¿Cuál es tu balance general del año?
La verdad que el año fue muy positivo, no solo por el resultado sino también porque muchos jugadores demostraron estar a la altura de la primera y nos hace muy bien a todos. Creo que el grupo creció mucho tanto en el juego como en el aspecto humano. Por momentos fuimos irregulares pero nos sirvió para darnos cuenta porque nos pasaba eso, por suerte lo pudimos corregir a tiempo.
Personalmente la final la tome como un partido más que teníamos que ganar. Entrenamos muy bien todas las semanas previas, preparamos el partido con cada detalle. Después había
que jugarla y hasta el final. Todo lo que hicimos en el año nos sirvió para tener más fe en el equipo y mantenernos en nuestro círculo. Para no dar por perdido nada y salir a buscar lo que queríamos. Y se dio. Salir campeón creo que es un regalo al trabajo del equipo, no solo de este año si no de muchos años que fuimos aprendiendo. Hoy tener la copa en casa es
una linda enseñanza de que con dedicación, trabajo, amor, alegría, valores las cosas llegan, a veces tardan más y sobre todo si vas por el buen camino pero vale la pena.
¿En qué sentís que se fue evolucionando hasta lograr el campeonato a lo largo de los años?
Muchas cosas fueron evolucionando para bien. Pero nada fue de la noche a la mañana, todo lleva un proceso que me toco vivir desde muy adentro. Mucha gente que dejo su marca y dejaron buenas enseñanzas. Pero lo que más gratitud me dio este año es que cada jugador se dio cuenta de lo importante que es para un equipo, que todos pertenecemos a lo mismo y por sobre todo lo más importante, que el equipo entendió que la solución estaba en el mismo equipo.
Durante todos los años que nos toco perder, en el resultado, aprendimos mucho más que si hubiéramos ganado. Nunca buscamos la solución afuera, todo lo contrario, siempre supimos que desde adentro iba a venir.
¿Cuáles crees que fueron los puntos altos en cuanto al juego durante este año? ¿Puntos a mejorar?
Durante el año fuimos mejorando mucho los entrenamientos y sobre todo la calidad del mismo. Ya no vamos a entrenar para cumplir, si no que íbamos a ser mejores, individualmente y como equipo. Dan Isaack tiene mucho que ver porque siempre trasmitía la seriedad que se requiere para tener un gran entrenamiento. Cada día que entrenábamos lo hacíamos para ganar. Otro punto alto fue la estrategia del juego. Analizábamos los partidos y siempre tratábamos de estar presente durante los 80 minutos y un poco mas también. Mantener la calma en
los momentos más duros. Y no puedo dejar de mencionar a los forwards del club. La verdad que tremendo el trabajo de cada uno.
Creo que todo se tiene que mejorar los puntos altos y los bajos. El juego por el abierto es una arma muy buena que tenemos que explotar mas. Pero con trabajo,dedicación, autocritica va a salir.
¿Qué perspectiva tenés del rugby del JCR?
Siento que en el club se está dejando de lado el ego. Estamos creciendo mucho a nivel humano y es lo mejor que nos puede pasar. Hoy está la gente que trabaja con los tigres, los de pasión. Lo hacen sin interés personal solo dar para
dar. Eso es magia, ahí está el secreto, a mi me enorgullece ser parte de este cambio cultural del club. Estamos alimentado el espíritu. Hay que seguir por este camino, no para ganar algún título, para crecer internamente.
A nivel rugby se esta trabajando bien. Infantiles tiene mucha gente y muchos padres que se acercan a dar un mano. Juveniles tiene muy buena gente tanto
adentro como afuera de la cancha. Si bien este año no pudimos ganar algún título, no todo pasa por ganar es importante crecer cada año. Y todo ponerlo como motor. Enseñar que es un juego donde pasan muchas emociones y hay que aprender a controlarlas.
