Patricio Fernando Fernández Fiant es uno de esos jugadores que deleitan dentro de una cancha de rugby. Tiene unas condiciones bárbaras, un talento innato y con sólo 20 años un futuro que aún no conoce su techo. Tanto es así que la prensa porteña ya lo catalogó como el sucesor de Juan Hernández, nada menos. "Aprovechemos a disfrutarlo ahora, porque en cualquier momento vuela", insistía hace poco menos de un año Agustín Pozzo, uno de sus primeros entrenadores. Y ese momento llegó. Fernández firmó contrato por dos años con Clermont, uno de los mejores clubes de Europa, por lo que en febrero viajará a Francia para iniciar la pretemporada con sus nuevos compañeros.

El Pato, como se lo conoce en el ambiente de la ovalada, cerró un 2014 a todas luces. Fue un año cargado de logros y logros importantes. Con Los Pumitas se erigió como goleador histórico en los Mundiales con 155 puntos, formó parte del plantel de Los Pampas que se consagró campeón en la Pacific Cup y cerró el año con una Copa de Plata en el Seven de Dubai, en su primera participación en el seleccionado nacional de rugby reducido.

"La verdad no puedo pedir más. Me hubiera gustado debutar en Los Pumas y no se dio. Pero esto sigue y estoy muy contento por el año que tuve", destacó el apertura, quien también puede desempeñarse como fullback.

Fernández tuvo un ofrecimiento de Clermont en 2013, después del Mundial Juvenil, pero él sintió que no era el momento. "Era muy chico, tenía apenas 18 años y pensé que todavía me faltaba mucho para aprender", confió el apertura. Un año después le pidió a su representante (Andrés Miranda, quien llevó a Juan Imhoff a Racing Metró y también representa a los futbolistas Marco Ruben, Mauricio Tevez y Franco Constanzo, entre otros) que activara el tema y finalmente firmó con el club galo. Cuando llegue a Francia todo va a ser nuevo. Y estará solo ya que en ese club no hay ningún argentino. En la ciudad vive Martín Scelzo (ex pilar de Los Pumas), quien jugó ahí mucho tiempo y ahora tiene un restaurant y seguramente él será por algún tiempo el único nexo con su tierra natal.

¿Por qué Clermont?
—Porque es un club que forma jugadores. No es que vas y sólo jugás. Además voy a estar en una ciudad chica, linda y muy tranquila y creo que para empezar eso es lo mejor. Estar en una ciudad grande como París, por ejemplo, creo que sería más complicado.

¿Cómo fue la primera impresión del nuevo club?
—Muy buena. Charlé con parte del staff y tuve un buen diálogo. Tuve que hacerlo en inglés, y pese a que a los franceses no les gusta hablar en otro idioma que no sea el suyo, nos hicimos entender. Cuando llegamos me hicieron hacer unos testeos y después me llevaron a conocer las instalaciones. Es un club de primer nivel... el estadio, el césped, el gimnasio..., toda la infraestructura es de un club de alto nivel. La verdad es que quedé muy impresionado.

¿Sabés como tomó el staff de Los Pumas la noticia de la firma del contrato?
—Lo hablé con Pablo Bouza, con quien tengo mucha confianza y es un hombre muy allegado a Hourcade. El me dijo que si me iba que vaya a un club donde pueda jugar y que me sirva para entrenarme. Creo que lo tomaron bien.

¿A qué le tenés miedo?
—A nada... en realidad no se si miedo, tengo incertidumbre sobre si podré adaptarme, al desarraigo, al estar solo.

¿Te quedó algo pendiente?
—Sí. Me hubiese gustado haber salido campeón con Jockey, pero no se pudo lograr.

¿Qué esperás para el 2015?
Lo primero que espero es adaptarme bien en Francia, al grupo, al idioma, para poder jugar lo más rápido posible y sumar la mayor cantidad de minutos posible.

Por Pablo F. Mihal / Ovación